En el marco de la iniciativa Conectando Caminos del proyecto M, Kubadili acompañó a Casa Refugiados en el fortalecimiento y organización de sus equipos de trabajo con el objetivo de maximizar su impacto.
“Así es como, a tropezones, hemos podido seguir avanzando”. Entre risas y miradas cómplices con sus compañeros de equipo, Nicolás Abreu -miembro de la Subdirección de desarrollo organizacional y administración de Casa Refugiados- describe de esta manera los primeros pasos del proceso de acompañamiento que la organización emprendió con Kubadili.
Casa Refugiados, situada en CDMX, México, es una organización civil sin fines de lucro, apartidista y laica que opera conjuntamente con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Desde 1995, la organización promueve los derechos de las personas en movimiento (refugiadas, solicitantes de asilo, desplazadas y migrantes) además de apoyar su integración en los países receptores mediante la construcción de entornos respetuosos, solidarios y pacíficos.
Como aliada del Programa de Migración de HIP, forma parte del Proyecto M: un programa de fortalecimiento de las organizaciones que trabajan con y por las personas migrantes en todo Latinoamérica. Con base en ello, durante el 2022 Casa Refugiados fue seleccionada para participar de la iniciativa “Conectando Caminos”, a través de la cual recibió el acompañamiento y apoyo de Kubadili en un proceso de mentoría que implicó 9 meses de recorrido distribuidos en dos etapas: la primera, que duró tres meses, y la segunda, que se extendió por 6 meses. En ambas etapas, el eje de trabajo fue la adaptabilidad organizacional.
EL DESAFÍO DE ORGANIZARSE EN UN CONTEXTO DE CONSTANTE CAMBIO
Tras completar la primera etapa del proceso de acompañamiento, Casa Refugiados enfrentaba un desafío claro: necesitaba reorganizar y fortalecer sus diferentes equipos de trabajo tras un periodo de cambios estructurales internos en el Consejo Directivo y el equipo que acompaña el día a día de la organización. Con el reto definido, Kubadili y los diferentes equipos de la organización se pusieron manos a la obra, y comenzaron a desarrollar herramientas y actividades para enfrentar este desafío.
El equipo de Casa Refugiados y Diego Alegre, facilitador de Kubadili, en pleno encuentro. Fotografía: Kubadili.
Juntos terminaron de aterrizar ciertos objetivos estratégicos identificados durante la primera etapa del proceso; que transformaron en OKRs (Objectives and Key Results) para luego encaminar iniciativas o acciones que se desprendan de los mismos. Sin embargo, en pleno proceso, surgió una dificultad inesperada: los conflictos de agenda laboral hicieron que coordinar reuniones entre todos los equipos de trabajo de Casa Refugiados fuera complejo.
REVISAR, REFLEXIONAR Y ADAPTAR EN EL CAMINO
Fue entonces cuando ambos equipos se dieron cuenta que el enfoque del proceso tenía que cambiar. Después de analizar la situación, en conjunto se determinó que la mejor forma de fortalecer los equipos era a través de la aplicación de metodologías ágiles sobre casos y proyectos reales de la organización, además del desarrollo de diversas herramientas de planificación ágil que les permitiera adecuarse a los cambios coyunturales que el equipo de Casa Refugiados estaba enfrentando. “Sabiendo que ha sido un proceso con mucha rotación y problemas, aun así, queríamos sacar el mejor provecho de él”, afirma José Luis Loera, miembro del Consejo Directivo de la organización.
De esta segunda fase del proceso, Nicolás y María Elena Sandoval -subdirectora de finanzas- concuerdan en que las herramientas más valiosas fueron la retrospectiva ágil y la planificación con OKRs: estas les permitieron plantear sus objetivos estratégicos en forma conjunta y participativa. Esto, señalan ambos, eliminó las fricciones entre los equipos y les permitió priorizar los temas más relevantes para la organización en su conjunto. José Luis también destacó la perseverancia y flexibilidad del equipo de Casa Refugiados y de Kubadili, para completar el proceso de acompañamiento.
Actividad de backlog desarrollada durante uno de los encuentros. En ella, el equipo listó e identificó iniciativas y problemáticas claves para el equipo, para luego priorizarlas de acuerdo a su urgencia. Fotografía: Kubadili
FORTALECER LA ESTRUCTURA PARA LLEGAR A MÁS PERSONAS
Para Loera, “el proceso de acompañamiento con Kubadili fue una herramienta que vino a fortalecer el horizonte de la organización”. Aunque Casa Refugiados atravesó diversos cambios, sus integrantes resaltan que lo aprendido y desarrollado a lo largo del proceso les permitió ordenar sus procesos y equipos internos. Esto, a su vez, les permitió dar respuesta a diferentes problemas internos y, ante todo, a maximizar el impacto positivo que genera la organización con la población migrante que se acerca a la Casa en búsqueda de información o asistencia humanitaria.
Actividad de retrospectiva ágil desarrollada durante uno de los encuentros. En ella, se clasificaron en cuatro columnas las diferentes etapas del proceso de evaluación del 2021 de acuerdo a cómo el equipo se sentía con ellas un año después. Fotografía: Kubadili .
María Elena, observando a sus compañeros con una sonrisa, señala que la experiencia la ayudó a darse cuenta que el camino recorrido por la organización y el trabajo realizado por la misma era muy bueno en términos cualitativos; pero aún era necesario mucho más. “El trabajo de Casa Refugiados desde su constitución como asociación civil siempre fue de menos a más, pero creo que podría hacer aún más si estuvieran mejor organizados y estructurados”. Esto, reflexiona María Elena, sólo ocurrió en base a la experiencia y los resultados obtenidos del proceso de acompañamiento brindado por Kubadili que, a su vez, fue posible gracias a la apuesta de HIP para impulsar procesos de fortalecimiento a través de iniciativas como Conectando Caminos y por ende, el Proyecto M. | Diego Alegre, facilitador de Kubadili, comparte cómo fue su experiencia durante la segunda etapa del proceso de acompañamiento a Casa Refugiados en este breve video |
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